Son formaciones únicas o múltiples que crecen y se desarrollan de la mucosa que recubre las fosas nasales y los senos paranasales y van llenando el espacio nasal por donde respiramos, su coloración es blanco grisáceo a veces rosado, blandas al tacto desplazables e indoloras.
No se conoce con certeza cuáles son las causas de esta enfermedad pero están relacionadas con múltiples factores genéticos, alérgicos, inflamación crónica etc. tampoco está claro por qué en algunos pacientes el curso de la enfermedad es relativamente benigno en su biología y en otros se comporta en forma mucho más agresiva.
Los pólipos nasales pueden aparecer a cualquier edad pero son más frecuentes en el paciente adulto, en los niños es una enfermedad rara y cuando se diagnostica hay que descartar su asociación con otras patologías como fibrosis quística, síndrome de kartagener etc.
Enfermedad de Woakes o poliposis deformante: es una variante agresiva de la enfermedad que provoca el ensanchamiento de la pirámide nasal
Enfermedad de Widal: se asocia la poliposis con intolerancia a la aspirina y asma
Asma
Rinitis alérgica
Sinusitis crónica
El síntoma más importante es la nariz tapada ya que los pólipos ocupan parte o la totalidad del espacio nasal que necesitamos para respirar, la pérdida del olfato también es un síntoma común que padecen los pacientes con pólipos nasales.
Otros síntomas como rinorrea mucosa, dolor facial y cefaleas son comunes.
El diagnóstico es en general fácil de realizar ,la historia clínica del paciente ,si presenta intolerancia a la aspirina u otros anti inflamatorios, si tiene asma o es alérgico, el examen nasal con el endoscopio nos permite Ver en forma directa a los pólipos con su aspecto característico en ambas fosas nasales.
Se complemente con una tomografía computada que informa sobre la extensión de la patología y la anatomía quirúrgica del paciente.
Teniendo en cuenta que se trata de una enfermedad con alta chance de volver aun realizando correctamente los tratamientos, el momento de la cirugía se debe decidir en conjunto con el paciente de acuerdo a los síntomas, las molestias, la interferencia con la vida normal, el deporte, el trabajo, el sueño y otros factores que serán los que inclinaran la balanza hacia la cirugía o a continuar con el tratamiento médico.
Se aplican las técnicas videoendoscópicas mínimamente invasivas para tratar esta patología, es decir que se usan endoscopios a travez de los orificios nasales para realizar este procedimiento.
Se realiza con anestesia general, internación breve, y el paciente retorna a sus actividades habituales entre 5 a 7 días postoperatorios.
Reestablece en forma rápida la respiración nasal, el olfato en general tiende a mejorar sustancialmente y permite la aplicación de medicamentos locales para el tratamiento de base de la enfermedad.